Quizás sea el deporte que más intimida y el que más dudas ofrece a la hora de iniciarse a él, pero te garantizo que es la actividad que más beneficios inmediatos ofrece.
Cuando corres no sólo lo haces con las piernas, un tren superior puesto a punto equilibra y completa a un tren inferior bien preparado. Básicamente la carrera pie te comprime y natación te estira, además de que muscularmente te descarga de todas las microcontracturas y sobrecargas generadas por la carrera pie. Verás que por mucha intensidad que añadas a tus sesiones de natación, siempre te reportará una sensación posterior de relax y un agradable tono muscular.
Cuando corres no sólo lo haces con las piernas, un tren superior puesto a punto equilibra y completa a un tren inferior bien preparado. Básicamente la carrera pie te comprime y natación te estira, además de que muscularmente te descarga de todas las microcontracturas y sobrecargas generadas por la carrera pie. Verás que por mucha intensidad que añadas a tus sesiones de natación, siempre te reportará una sensación posterior de relax y un agradable tono muscular.
Al agua.
El principal problema del agua para un deportista acostumbrado a realizar actividades al aire libre es sin duda el aburrimiento por falta de adaptación al medio. Es curioso como para un corredor o un ciclista, deportistas acostumbrados a realizar sesiones de entrenamiento de varias horas, el hecho de nadar durante diez minutos a ritmo les supone un infernal esfuerzo. Ahí van unos consejos que te ayudarán a ver resultados más rápidamente para que enseguida empieces a disfrutar de la agradable sensación de fluir y deslizar de un lado para el otro de la piscina.
El principal problema del agua para un deportista acostumbrado a realizar actividades al aire libre es sin duda el aburrimiento por falta de adaptación al medio. Es curioso como para un corredor o un ciclista, deportistas acostumbrados a realizar sesiones de entrenamiento de varias horas, el hecho de nadar durante diez minutos a ritmo les supone un infernal esfuerzo. Ahí van unos consejos que te ayudarán a ver resultados más rápidamente para que enseguida empieces a disfrutar de la agradable sensación de fluir y deslizar de un lado para el otro de la piscina.
- Hasta que aprendas a apreciar las sensaciones en el agua (deslizamiento, fuerza, relajación…) no se te ocurra empezar con largas series de cientos de metros y sobre todo haz, cambios de ritmo y estilo.
- Si no sabes nadar o lo haces malamente, no tengas vergüenza en solicitar clases de iniciación o perfeccionamiento en la piscina a la que acudas, en la que siempre hay un monitor cualificado. Además de que vas a aprender mucho más rápido lo harás de una manera más divertida y autosuficiente.
- Para nadar de una forma más “económica” y rápida hay un truco genial: haz un largo nadando de forma natural y cuenta las brazadas que tienes que dar. Intenta reducir esa cifra al menos en dos brazadas y en ese esfuerzo, estarás trabajando de forma intuitiva tu técnica de deslizamiento y tu fuerza de remada.
- El crol es el estilo que siempre ha de predominar en tus sesiones de natación. Del estilo a braza no conviene abusar, pero es un estilo excelente para recuperar entre series haciendo uno o dos largos para espaciar los intervalos. Combina el estilo a espalda para calentar y enfriar, no es un estilo especialmente exigente pero compensa muy bien el esfuerzo del estilo crol.
- Si tu objetivo prioritario es el atletismo, el día que quieras correr fuerte hazlo primero y luego haz una sesión de natación relajada que te servirá de recuperación. Por el contrario, si estás preparando algún triatlón haz la natación siempre lo primero.
- Aprovecha la primera hora de la mañana para ir a nadar, además activas al cuerpo y “funcionas” mejor todo el día sin dolores musculares, y luego por la tarde haz el entrenamiento que te corresponda, verás que sueltas tienes las piernas.
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