viernes, 12 de junio de 2015

NATACIÓN PARA TRIATLETAS PRINCIPIANTES

Quizás sea el deporte que más intimida y el que más dudas ofrece a la hora de iniciarse a él, pero te garantizo que es la actividad que más beneficios inmediatos ofrece.
Cuando corres no sólo lo haces con las piernas, un tren superior puesto a punto equilibra y completa a un tren inferior bien preparado. Básicamente la carrera pie te comprime y natación te estira, además de que muscularmente te descarga de todas las microcontracturas y sobrecargas generadas por la carrera pie. Verás que por mucha intensidad que añadas a tus sesiones de natación, siempre te reportará una sensación posterior de relax y un agradable tono muscular.
Al agua.
El principal problema del agua para un deportista acostumbrado a realizar actividades al aire libre es sin duda el aburrimiento por falta de adaptación al medio. Es curioso como para un corredor o un ciclista, deportistas acostumbrados a realizar sesiones de entrenamiento de varias horas, el hecho de nadar durante diez minutos a ritmo les supone un infernal esfuerzo. Ahí van unos consejos que te ayudarán a ver resultados más rápidamente para que enseguida empieces a disfrutar de la agradable sensación de fluir y deslizar de un lado para el otro de la piscina.
  1. Hasta que aprendas a apreciar las sensaciones en el agua (deslizamiento, fuerza, relajación…) no se te ocurra empezar con largas series de cientos de metros y sobre todo haz, cambios de ritmo y estilo.
  2. Si no sabes nadar o lo haces malamente, no tengas vergüenza en solicitar clases de iniciación o perfeccionamiento en la piscina a la que acudas, en la que siempre hay un monitor cualificado. Además de que vas a aprender mucho más rápido lo harás de una manera más divertida y autosuficiente.
  3. Para nadar de una forma más “económica” y rápida hay un truco genial: haz un largo nadando de forma natural y cuenta las brazadas que tienes que dar. Intenta reducir esa cifra al menos en dos brazadas y en ese esfuerzo, estarás trabajando de forma intuitiva tu técnica de deslizamiento y tu fuerza de remada.
  4. El crol es el estilo que siempre ha de predominar en tus sesiones de natación. Del estilo a braza no conviene abusar, pero es un estilo excelente para recuperar entre series haciendo uno o dos largos para espaciar los intervalos. Combina el estilo a espalda para calentar y enfriar, no es un estilo especialmente exigente pero compensa muy bien el esfuerzo del estilo crol.
  5. Si tu objetivo prioritario es el atletismo, el día que quieras correr fuerte hazlo primero y luego haz una sesión de natación relajada que te servirá de recuperación. Por el contrario, si estás preparando algún triatlón haz la natación siempre lo primero.
  6. Aprovecha la primera hora de la mañana para ir a nadar, además activas al cuerpo y “funcionas” mejor todo el día sin dolores musculares, y luego por la tarde haz el entrenamiento que te corresponda, verás que sueltas tienes las piernas.

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